Educación en Chile

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Niveles escolares

En Chile, la escuela se divide en tres niveles:

• Parvularia: equivalente a sala cuna y jardín infantil, de 0 a 6 años. El presidente Sebastián Piñera promulgó una ley en 2013 (Ley 20832), que otorgaba el acceso gratuito a los últimos cuatro años de parvularia y hacía obligatorio el último año (kinder), como requisito para ingresar a la enseñanza básica.
• Educación general básica: correspondiente a la escuela primaria y media. Se divide en dos ciclos: nivel 1 a 4 para el primer ciclo (primer ciclo de 6 a 10 años) y nivel 5 a 8 para el segundo ciclo (segundo ciclo de 11 a 13 años).
• Educación media: correspondiente al bachillerato. Desde mayo de 2003, la educación media es gratuita y obligatoria para todos los chilenos. Tiene cuatro niveles (de 14 a 18 años). Los alumnos pueden elegir entre tres cursos: científico-humanista, técnico-profesional o artístico, todos ellos de cuatro años de duración. Los dos primeros años son iguales para los tres tipos de educación, mientras que el tercer y el cuarto año son diferentes según la vía elegida.

Al final de la educación media, los estudiantes pueden realizar la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Se trata de un examen de opción múltiple en matemáticas, español y ciencias o historia / geografía según el curso del estudiante. Al final de este examen, cada estudiante obtiene un número de puntos, entre 150 y 850, que es decisivo para la admisión en las universidades (véase la sección de admisión más adelante).

El curso escolar se divide en dos semestres. El primero va de principios de marzo a principios de julio. Tras las dos semanas de vacaciones de invierno, la escuela se reanuda hasta principios de diciembre. Después, los estudiantes tienen vacaciones de verano hasta principios de marzo.

Educación superior

Tras aprobar la PSU, los estudiantes pueden continuar sus estudios en cuatro tipos de instituciones:

• Centros de formación técnica: se trata de un programa de dos años para obtener un título técnico.
• Institutos profesionales: los estudiantes pueden obtener títulos profesionales, en campos que no requieren licencia.
• Instituciones de educación de las Fuerzas Armadas: estas instituciones están destinadas a los estudiantes que desean ingresar en el ejército.
• Universidades: existen universidades en todos los campos profesionales y los estudiantes pueden obtener una licencia, un máster o un doctorado. Chile cuenta con dos de las universidades más prestigiosas de América Latina: la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile.

Plan de estudios

El currículo escolar depende de la escuela. Aunque el gobierno chileno tiene un plan de estudios estándar, las escuelas internacionales pueden incluir un programa específico, como la preparación para los exámenes de idiomas o internacionales o temas relacionados con la cultura del idioma en el que enseñan. Algunos colegios privados también tienen programas sociales para ayudar al desarrollo de la comunidad local.

Matrículas

El Estado chileno ha adoptado un sistema de bonos para la educación, que cubre a cerca del 93% de los estudiantes (sin incluir a los alumnos matriculados en la enseñanza superior). El 7% restante asiste a colegios privados no subvencionados. Los colegios son públicos, casi todos pertenecientes a la comuna en la que se encuentran, o privados, eventualmente subvencionados por el Estado. Para recibir financiación pública, las escuelas privadas deben asignar el 15% de sus plazas en cada clase a alumnos considerados "vulnerables" (en función de los ingresos de la familia y del nivel de estudios de la madre). Los colegios privados, subvencionados o no, pueden tener ánimo de lucro.

Los colegios públicos y privados subvencionados pueden cobrar una cuota por el proceso de admisión, una cuota de inscripción anual, que desde 2011 no puede superar los 3.500 dólares, y una cuota mensual de matrícula, llamada copago, que se basa en una participación voluntaria para los padres.

Los colegios privados no subvencionados tienen libertad para fijar sus tarifas, que pueden incluir las de inscripción y matrícula, así como las de admisión al colegio (que se pagan una sola vez) y las de una vez admitido en él, que pueden ser bastante elevadas en algunos colegios.

Admisión

Desde el jardín de infancia hasta el instituto

Dado que el curso comienza en marzo, los procesos de admisión tienen lugar entre julio y diciembre, dependiendo de la escuela. Puede obtener más información en la página web del colegio que le interesa.

Durante el proceso de admisión, algunos colegios realizan exámenes escritos y entrevistas para evaluar la madurez y la motivación del alumno. Algunas escuelas privadas, especialmente las internacionales, son muy selectivas y caras.

Universidad

Todas las universidades, tanto públicas como privadas, utilizan un único sistema de admisión, la PSU, diseñado y evaluado por la Universidad de Chile. Los estudiantes obtienen un puntaje entre 150 y 850. Para que se haga una idea, en 2018, el último admitido en la Pontificia Universidad Católica de Chile obtuvo entre 500 y 796 puntos, dependiendo de la carrera elegida, y el último admitido en la Universidad de Chile obtuvo entre 600 y 714 puntos. También se tiene en cuenta el promedio de notas del alumno durante la educación media, así como la posición del alumno en su clase durante los dos años anteriores. Cada universidad asigna diferentes pesos a los resultados de los distintos exámenes, dependiendo de los cursos ofrecidos. Algunas universidades pueden exigir pruebas adicionales y entrevistas personales para la admisión a algunos cursos.

Existe una diferencia importante en los resultados de la PSU entre las instituciones públicas y las privadas. Los estudiantes privados obtienen una puntuación mucho más alta. En Chile, los centros privados de enseñanza media y secundaria suelen ofrecer una educación de mayor calidad que los centros públicos. En cambio, ocurre lo contrario con respecto a la educación superior: las universidades públicas suelen ser mejores que las privadas.

Así, los hijos de las familias chilenas más acomodadas suelen asistir a los colegios privados más destacados, para obtener las mejores calificaciones en la PSU y poder ingresar a una universidad pública. En cambio, los estudiantes menos favorecidos deben comenzar su educación en colegios públicos, y luego endeudarse para pagar una universidad privada, más cara y menos destacada.

Protestas estudiantiles

En 2011, se produjeron en Chile protestas lideradas por estudiantes, conocidas como el invierno estudiantil chileno, contra el sistema educativo, financiado principalmente por el sector privado, en detrimento del sector público. En efecto, sólo el 25% del sistema educativo chileno es financiado por el Estado. Los estudiantes, mediante el pago de las tasas universitarias, financian el 75% restante. Las manifestaciones, en su mayoría pacíficas, reunieron a estudiantes de todo tipo de instituciones, privadas y públicas, universitarias y secundarias.

Los manifestantes querían una reforma del sistema educativo chileno, que incluyera un refuerzo del papel del Estado y el fin del sistema educativo con fines de lucro en la enseñanza superior, nacido bajo Pinochet. En general, estas manifestaciones han sido el reflejo del descontento de la población ante el aumento de las desigualdades.

En respuesta a estas protestas, el gobierno chileno ha propuesto varias reformas, rechazadas por los manifestantes por considerarlas insuficientes. Las negociaciones entre los manifestantes y el gobierno se rompieron en octubre de 2011. Las protestas han dado lugar a algunos cambios, pero los estudiantes no lograron todos los objetivos fijados.

Durante su última presidencia (2014-2018), Michelle Bachelet centró su política en la educación y emprendió una gran reforma del sistema educativo, queriendo garantizar el acceso gratuito a la educación superior y el fin del sistema educativo con fines de lucro para los colegios privados en 2020. Desde 2016, 30 universidades públicas y privadas pasaron a ser gratuitas para los estudiantes pertenecientes al 50% más pobre de la población.

Al llegar al poder en marzo de 2018, en el contexto del resurgimiento de las protestas estudiantiles, Sebastián Piñera propuso un proyecto de ley para promover la gratuidad de la educación técnica y profesional, aumentando el financiamiento público para este tipo de instituciones. Por lo tanto, el sistema educativo chileno parece estar cambiando.